lunes, 21 de septiembre de 2015

Ñi


Ñi, he despertado sobresaltada.
De repente, te vi saliendo de aquella fosa que tuvimos que cavar -con mucho dolor- para ti. Siempre con esa algarabía tan frenética, tan loca.
Despertar en medio del silencio, me hace consciente -una vez más- de lo increíble que puede ser cerrar y abrir los ojos para que todo sea distinto.

Llegar a casa de mis padres y no ser testigo más nunca de ese enérgico saludo tuyo ni de tus colmillos rasgando mis tobillos ni de las galletas que no comías, a menos que te digamos "Michi, Michi, Michi" (en claro anuncio de que vendría la gata a robártelas)... tú y tus ínfulas de "perro del hortelano".

Todo aquello que enmarcaba tu presencia no nos hacía presagiar tu triste destino: tu hermoso pelaje blanco y tu frenético ser no nos dejaron ver que en cualquier momento, por dentro, tu cuerpecito haría una pausa para descansar esa locura tuya tras 8 años de compañía y recuerdos... un descanso que ahora arrullo con mis lágrimas.

sábado, 5 de septiembre de 2015

Yo Café

Tomar café.
Un brebaje poderoso en mí: apretar los dientes, alguna que otra rojez en mi piel, cierto líquido ácido en la boca de mi estómago, la tembladera en mi interior. Mi ELLO desencadenando su poder descomunal en mí... grita en mí, me desgarra por dentro, exige su libertad, esa libertad... la de las palabras en la punta de mi lengua, las palabras en la yema de mis dedos, las palabras en mi cabeza enmohecida.
Eso es el café en mí.