miércoles, 28 de octubre de 2015

Insomnia


Es uno de los tantos días en los que Insomnia está aquí, en la orilla de mi cama, arrullándome con una canción de cuna; mientras habla a la vez. Intento no prestarle atención; pero, susurra tan bonito que no me atrevo a ignorarla.
Cruzo los pies como Jesús crucificado, pero igual... ella no entiende que ya es hora de que se vaya despidiendo de mi cama. Debe dejarme sola, pensando en todo lo que mi pecho se ha comido en estos días; pero... ¿a quién quiero engañar?... aumque te vayas, "asesina del sueño", tu voz permanecerá en mi almohada. Sacarás tu lengua y lamerás este durazno sangrando... porque de ello te alimentas. Vienes, permaneces y es tu silencio mi mayor herida.
Ese es tu juego, Insomnia, y yo me doy por vencida.

jueves, 8 de octubre de 2015

No eres todo lo que soñé
y, en ello,
radica tu maravillosa perfección
.
.
.
 en mí.