domingo, 2 de mayo de 2010

Espacio vacío y persistente

Pequeño percance.
Confieso que hoy, no tengo corazón. Mira tú, tanto tiempo despreciando esa palabra y hoy, justo hoy creo que la necesito más que nunca, más que escribirla o mencionarla…tenerla. Tenerla en mi cuaderno arrancarla y ponerla dentro de mí.

No sabes lo que daría por tener uno hoy, por sentirlo en mi pecho; pero sobretodo sentir con él. Luego darle cariñito, decirle que su nombre no es tan complejo, cursi, ni dulzón; que de vez en cuando me gustaría sacarlo a pasear, mirar con él; tal vez así me sea más llevadero este invierno, este azul de mi cabeza, de mis labios, de esta alma manchada y sin cura, de estas pequeñas manos: saladas, sudorosas…chorreantes, diría yo. En pocas, mirar con corazón, para no sentir que ando flotando a ciegas.

Tenerlo. Hoy quiero tener un corazón que no se alimente de pasado, pero sí que se coma gustoso el presente, que disfrute cada mordisco, cada pedacito de presente recorriendo lento y dulce en él; para saltar…reír …amar y decir, con todo eso que llevo dentro: Hoy, me siento bien.